lunes, 17 de marzo de 2025

A152 EL ABUELO PANTORRILLAS

 

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El Regional (diario de Lugo), 4 de abril de 1930 (1)


El abuelo “Pantorrillas”

Leopoldo Romeo solía contar, con gracejo muy baturro ciertamente, el caso del abuelo «Pantorrillas›. Sucedido o cuento, tiene sabor de la tierra, que ya refleja por igual la socarronería y, el sentido práctico de nuestros campesinos.

Era el abuelo «Pantorrillas» un cacicon lugareño, amo y señor de la voluntad política en su aldea y en unas cuantas leguas a la redonda, Candidato que aspirase a representar aquel distrito, tenía que bailarle el agua al abuelo «Pantorrillas», O se quedaba compuesto y sin novia.

Como buen aragonés, el cacicón era rumboso. Y desinteresado, a su manera. Nunca pedía nada para él. Atosigaba a diputados y gobernadores, magistrados y jueces, médicos de la Comisión mixta y jefes de obras públicas con peticiones frecuentes. Pero siempre pedía para los demás.

—Fulano quiere ser alcalde. A Mengano hay que hacerlo juez municipal. El chico de Parengano «tiene que resultar estrecho de pecho”. Esa carretera ha de pasar forzosamente por la finca del Zutanico.

En provecho personal suyo jamás se le ocurrió molestar a ninguno de sus poderosos amigos.

Realmente, lo que le interesaba era conservar aquella fuerza política, a la que no daba el mejor empleo, ciertamente. Y la conservaba así: pidiendo para todos y sin pedir nada para si mismo.

Un diputado que le debía el acta varias veces, y con el acta un sinfín de comilonas y de agasajos, puso empeño en demostrarle su gratitud y en recompensar tantos y tan dilatados servicios.

-Abuelo “pantorrillas”, es usted un tipo verdaderamente curioso. Siempre está usted pidiendo para los demás y nunca pide nada para usted mismo.

- Ni pienso.

Pero yo quiero agradecerle los muchísimos favores que le debo. Pídame usted algo.

- ¿Yo? ¿Pa qué?

-Para conseguírselo, sea lo que sea. Para intentarlo, al menos, con toda mi voluntad y con todas, mis fuerzas.

—Que no, que no. No se canse.

—Pues tiene que ser. Es una obligación mía. Y me dará usted la satisfacción más grande de mi vida, aceptándolo. De manera que vamos a ver: pida usted por esa boca.

—¡Si hasta entonces no ha de llover!

—¿Quiere usted que no hagamos jefe de Administración civil?

—No estoy por vestirme de másсага.

- ¿Quiere usted que le trabaje el gobierno de una provincia sosegadas

—No salgo de mi pueblo, como no me sierren los tobillos.

- ¿Quere usted un título?

- ¿Pergaminos con alpargatas? Se. la “risión”.

—Pues algo tiene usted que aceptar, ea. Es ya para mi una cuestión de puntillo. Se me comen los ‹correligionarios› echándole en cara que no hago nada por usted.

—Somos buenos amigos. Ya es bastante.

-No es bastante. Quiero, exijo – exijo, ¿entiende usted bien? – que, acepte alguna cosa en prenda: de mi reconocimiento.

El abuelo “Pantorrillas” rascóse, la cabeza, Y al cabo dijo, con ingenuidad pacata, con ironía sutil, o con, ambas cosas a un tiempo

-Bueno, bueno, Si tanto se. empeña, me dé usted “una jubilación”.

A primera vista, este chascarrillo parece totalmente pasado de actualidad.

Sin embargo, conserva fresca su perfume. Y es perfectamente aplicable a las circunstancias. Porque se susurra que, a la hora de ahora, un verdadero plantel de abuelos Pantorrillas solicitan “jubilaciones” por lo que no hicieron durante seis años bien corridos.

JUAN JOSÉ LORENTE

JUAN JOSÉ LORENTE.


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A151 ESQUELA

 

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La Nación, 24 de marzo de 1928 (1)


Ex gobernador de Madrid

Ex diputado a Cortes

Condecorado con la Placa del merito militar con distintivo rojo

Comendador del Imperio Britanico

Caballero de la Legion de Honor

Cruz de "Leopoldo de Belgica"



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A150 TU POR USTED

 

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El Eco de Santiago. 3 de febrero de 1927 (1)

De un archivo ajeno

UN ESPALDARAZO DEL MAESTRO

Tenía Leopoldo Romeo tan cordial campechanería, que apenas conocía a un compañero lo trataba de “tu”, La mayor parte de sus amigos agradecían íntimamente aquella prueba de sincera amistad, pero el respeto al consagrado les impedía corresponder con igual familiaridad.

Uno de los que más rectificaban en sus conversaciones con Romeo el “tú” por el “usted” era Salvador Cánovas y Cervantes, el fundador de “La Tribuna”.

Cierta tarde, cuando aún dirigía “La Correspondencia de España”, se hallaban ambos en uno de los pasillos del Congreso con un grupo de amigos, Cánovas Cervantes se quejaba de los enormes gastos que con el periódico tenía.

-Hoy mismo acabo de encontrar sesenta mil pesetas, y todas, integras, me las ha comido “La Tribuna”.

-¿Qué tú has encontrado sesenta mil pesetas para el periódico?

-le replico Romeo.

-Como se lo digo a usted.

Y entonces el maestro de periodistas, echándole los brazos al cuello, le digo complacido:

-¡Tutéame, hombre, tutéame!

Era el espaldarazo:.



 

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sábado, 15 de marzo de 2025

A148 BARRACAS Y MENDIGOS

 

Galicia Nueva, 12 de agosto de 1925 (1)

Barracas y mendigos

Ya no queda en Madrid una sola choza miserable. Los bomberos las han destruido todas; pero la promesa de que serían recogidos los mendicantes para instalarlas en lugares más humanos que los que han venido siendo, hasta ahora, refugio de desheredados y trashumantes, no se ha cumplido.

Recuerdo que la noticia produjo un excelente efecto. Iban a desaparecer todas esas caravanas de mendigos profesionales que recorren los cafés en busca de las doce o trece pesetas que ordinariamente recaudan, por día, cada uno de sus individuos; no nos obligarían más a cerrar los ojos los mutilados de las esquinas; desaparecerían, al fin, los dormitorios al aire libre que, en verano, es, por triste sinó, una de las características de este Madrid generoso y desprendido, pero; también, un poco indiferente.

Las chozas han sido destruidas en nombre de la higiene pública, pero como consecuencia de ello y por no haberse habilitado simultáneamente nuevos locales para acoger a los desgraciados que las habitaban, en vez de desaparecer o de disminuir, se han multiplicado los mendigos y es imposible andar por la calle sin que nos acechen a cada paso invocando el nombre de todos los santos conocidos y ofreciéndonos, como estímulo de caridad, el relato de las más desconcertantes miserias.

Alguno, se atreve a decir:

-¡Yo vivía en una choza de la Alhóndiga, señorito, y me he quedado sin habitación; duermo en la calle, como lo que me permiten comer las limosnas. No soy un pobre como los demás ni estoy acostumbrado a pedir. Sea usted bueno y socórrame.

Hace unos años, surgieron dos bandos de periodistas y escritores; los que con Roberto Castrovido, sostenían que a los pobres se les debía socorrer sin condiciones ni filosofías y los que, con Leopoldo Romeo, opinaban que dar limosnas a un pobre callejero era restar dinero y posibilidades a una persona de renegación. La opinión de Castrovido es más generosa y tiene puntos de contacto con el Decálogo. La de Romeo, es política, de hombre de gobierno, pero, puede decirse que ha fracasado en la limosna indirecta- porque se da para propio lucimiento o recreo- de las fiestas de caridad, incluyendo en ellas la de la Flor, que no se traduce más que en abusos de ridícula especie y en unas cuantas sátiras oportunistas de los periódicos.

Pero, entre ambas opiniones, está la más lógica y la más humana de todas: el amparo incondicional del Estado, el noble y equitativo funcionamiento de las Asociaciones benéficas, sin normas ciudadanas ni obligaciones o sistemas que no todos podemos observar.

¿Era fácil, por mucho que se empeñara en ellos el ilustre Romeo, convencer a los ciudadanos de que no debían en ninguna ocasión, atender al requerimiento de un mendigo? Cada uno es como es y si para otras funciones sociales, resultan eficaces las recomendaciones oficiales al público, para eso de las limosnas, no. Todos nos creemos, en un instante dado, mejores que los que redactan un bando o responden a un acuerdo corporativo, y sin perjuicio de lo que se haga, después en beneficio de los pobres, damos la limosna, y en paz.

Ello es que la nueva de que iban a ser recogidos los pobres callejeros en Madrid y la total destrucción de las chozas de la Alhóndiga, han coincidido con el aumento de la mendicidad con los tristes espectáculos nocturnos El Prado es como un hospital inmenso. En cada banco hay una persona que duerme. Junto a las puertas del viejo Hospicio, dependencia actualmente habilitada para oficinas municipales, se tumban chicos y grandes, convenientemente esparcidos sobre la hierba de los jardincillos abandonados. Las paredes del convento de damas catequistas de Chamberí, son cabecera del lecho de muchos desgraciados que descansan sobre la acera. Y, luego, la hilera de jeremiacos, de pidolones, de lisiados, de golfillos sin familia ni cobijo, de pobres muchachas lanzadas a la prostitución desde los doce años de viejos que van muriéndose poco a poco….

¡En verano es cuando nos damos perfecta cuenta de estas infames desigualdades sociales y presidentes de Asociaciones sin espíritu que achacan la miseria a la falta de casinos de juego en donde se pierda el dinero que ha de ir a parar a manos de los menesterosos! ¿De modo que para que los ricos satisfagan las primeras necesidades de los pobres, hay que robarles los billetes en un garito? Debería caérsele la lengua al que lo dice. Porque es cierta, rigurosamente cierta, la aseveración. Pero ¿y la vergüenza de que lo sea? ¿No es para que el sonrojo nos llegue hasta el fondo del alma? ARTURO MORI

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A147 NOMBRE A LA CALLE

 NOMBRE A LA CALLE

El regional, 6 de abril de 1925 (1)

Ayuntamiento de esta corte acordó hacer constar en acta el sentimiento con que la corporación ha visto el fallecimiento del que fue popular periodista Leopoldo Romeo.

También acordó dar su nombre a una de las nuevas calles: que se abran en Madrid, perpetuando así su memoria.:

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La voz de Aragón, 27 de mayo de 1925 (2)

Por uno de los nuestro

Uno de los nuestros tiene que ser forzosamente un periodista.

Aragón- en buena hora sea dicho—ha dado periodismo español muy grandes figuras. En los últimos cuarenta años fueron gloria del periodismo español tres aragoneses: Eusebio Blasco, Mariano de Cavia y Leopoldo Romeo. De los que no salieron de aquí grandes periodistas fueron también Calixto Ariño, Luis Montestruc, Enrique Lozano y Antonio Motos.

El nombre de Eusebio Blasco figura una calle de en Zaragoza; Mariano de Cavia tiene un pequeño monumento que perpetúa su memoria. ¿Y Leopoldo Romeo, que fue periodista grande entre los grandes?

El Ayuntamiento de Madrid acordó recientemente dar a una calle el nombre de quien, además de periodista ilustre, fue el mejor gobernador que Madrid tuvo. ¿Estaría bien que Zaragoza, más obligada que Madrid, porque Leopoldo Romeo fue bautizado en nuestra parroquia de San Miguel, no honrase debidamente la buena memoria del preclaro periodista aragonés?

Tenemos entendido que la Asociación de la Prensa de Zaragoza, en sesión reciente, habló de ello.

Brindamos la iniciativa al alcalde.

Y estamos seguros de que el señor González Salazar escuchará nuestro ruego.

***

La Correspondencia de España, 10 de junio de 1925 (3)

Por la memoria de Leopoldo Romeo

«La Voz de Aragón”, comentando el proyecto del Ayuntamiento madrileño de dar el nombre de Leopoldo Romeo a una calle de la corte, dice lo que sigue:

¿Estaría bien que Zaragoza, más obligada que Madrid, porque Leopoldo Romeo fue bautizado en nuestra parroquia de San Miguel, no honrase debidamente la buena memoria del preclaro periodista aragonés?.

Esperamos que, como es de justicia, se apresurara el Ayuntamiento de Zaragoza a recoger tan oportuna indicación.

 ***

El adelantado, 14 de junio de 1925 (2)

Una calle a Leopoldo Romeo

Zaragoza. – El Ayuntamiento reunido en sesión, ha acordado por unanimidad dar el nombre del fallecido escritor aragonés, director que fue de la «Correspondencia de España» e «Informaciones», que popularizó su pseudónimo de Juan de Aragón, don Leopoldo Romeo, a una calle de esta capital.

 

 ***

La Correspondencia de España, 16 de junio de 1925 (3)

El ayuntamiento de Zaragoza

Ha dado el nombre de Leopoldo Romeo a una calle de la ciudad Zaragoza.

Hace algunos días, el periódico «La Voz de Aragón», que dirige D. Francisco Aznar, que fue redactor jefe de «La Correspondencia de España» durante el tiempo que la dirigió Leopoldo Romeo, aplaudía la iniciativa del concejal del Ayuntamiento de Madrid D. José Serrán de dar el nombre del que fue ilustre compañero a una calle de la corte, y excitaba al Municipio de Zaragoza a que imitase al de Madrid, porque de Zaragoza era Romeo, y además la representó en Cortes.

Ayer, el Ayuntamiento tomó el acuerdo de dar el nombre del gran aragonés a una de las principales calles de la ciudad. El acuerdo ha sido muy bien acogido por la opinión.

***

El Globo, 18 de junio de 1925 (3)

En honor de Leopoldo Romeo

ZARAGOZA 17._ El ayuntamiento ha acordado dar a una calle el nombre del gran periodista aragonés Leopoldo Romeo.


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miércoles, 12 de marzo de 2025

A146 FALLECIMIENTO

 

FALLECIMIENTO , ENTIERRO Y PÉSAMES


El Sol, 28 de marzo de 1925 (1)

Entierro de D. Leopoldo Romeo

Momento de ser colocado el féretro en la carroza fúnebre para ser conducido al cementerio (Fº Alfonso)


La Libertad, 28 de marzo de 1925 (2)

Entierro de Leopoldo Romeo

Durante todo el día de ayer desfilaron por la casa mortuoria centenares de amigos y familiares del gran periodista Leopoldo Romeo, cuya pérdida es irreparable para la Prensa española.

 A las cuatro de la tarde, enorme muchedumbre aguardaba en la calle Serrano que se pusiera en marcha el cortejo fúnebre.

En una magnifica carroza tirada por cuatro caballos se colocó el soberbio ataud de ébano donde se encerraban los restos del admirable y popularísimo escritor.

A ambos lados de la carroza pendían dos hermosas coronas, de la Asociación de la Prensa e «Informaciones». Dando escolta al coche mortuorlo iban empleados del Casino de Madrid con hachas encendidas.

La presidencia del duelo la componían, en nombre de la familia, D. Fidel Abad, D. Jaime Ripoll, conde de. Lizárraga, D. Eduardo Gamboa, D. José Espelius, D. César Trasierra, D. Francisco Costa, D. Mariano de Prado y D. Manuel de Kindelan.

En la segunda presidencia marchaban el conde de Romanones, los Sres., Francos Rodríguez, en nombre de la Asociación de la Prensa: Ruiz Jiménez. D. Augusto Vivero, subdirector de “Informaciones», y D. Serafín Adame, en nombre de su padre, administrador que fué de “La Correspondencia de Españas” e “Informaciones”.

El entierro fue una imponente manifestación de duelo, y entre los asistentes recordamos los nombres de Vicente de Piniés, conde de Romanones, Garrido Juariti, Ruiz Jiménez, Luis de Tapia, López Ballesteros, Espelius, Rodríguez Viguri, Emilio Thuillier, Pedregal, Lerroux, Emilio M. de Torres, marqués de Arriluce de Ibarra, Natalio Rivas, José Luis Torres, marqués de Jiménez Arenas, Pérez Lugin, Luis de Oteyza, Castrovido, marqués de Casa Pizarro, Linares Rivas, Arturo Serrano, Pérez Cossio, Sacristán, González Llana, Ruiz Albéniz, Nacional I, Rodrigáñez, Buendía, Armiñan, García Mercadal, Cánovas Cervantes, Hernández Ramírez (R.), Otamendi, Gil Garate, Tellaeche, Ossorio y Gallardo, Fabié, Dominé, Martínez Acacio, Pedro Mata, “Tito”, Castro Tiedra, Pérez Bueno, Salvatella, Marfil, Carlos Caamaño, «Fabián Vidal», Goicoechea, “Artajx”, Illana, Navarro Reverter, conde de Locatelli, Madrid Moreno, Diego San José, marqués de Hermosilla, Gascón y Marín, R. Kuntz, Ruano, general Lugue, general Tovar, Juan Manuel Palacios, conde Santa Engracia, Aznar Navarro, Somoza Silva, Sauinier, Daniel López, Sancha, Bonnat, Benito (P.). Ortuño, Aguilera y Arjona, Larios de Medrano, Muro de Zaro, Miguel Portoles, Méndez Vigo, Bejarano, Villanueva, Vinardell, García Rodrigo, Mercadal, Daniel Ríu, Cristino Martos, Graciano Atienza, Sabater, Santa María, Cristóbal de Castro, Hernández Ramírez (L), Baena, Rengifo, Ibarra, Ortuño, Jose Llado, Rafael Marquina, etc., etc..

El personal de «Informaciones» estaba representado por el subdirector, D. Augusto Vivero; por el administrador, D. Bienvenido Calvo: por toda la redacción y por los empleados de la administración y talleres que se hallaban francos de servicio.

También acudió la Junta directiva de le Asociación de la Prensa. Representando a la Empresa de LA LIBERTAD asistió el secretario del Consejo de Administración y redactor jefe, Antonio de Lezama, así como el Director del periódico, Joaquín Aznar; el secretario de Redacción, Ricardo Hernández del Pozo, y todo el personal de redacción, administración y talleres de LA LIBERTAD.

En la plaza de Manuel Becerra se despidió el duelo; pero gran parte de los asistentes al fúnebre acto siguió hasta el cementerio de la Almudena, donde recibió cristiana sepultura el cadáver del maestro de periodistas, al que tan afectuosa amistad profesábamos y por el que tan sincera admiración sentíamos.

De nuevo ofrecemos a la familia del que fue nuestro querido amigo la expresión de nuestro dolor.



 La Provincia, 28 de marzo de 1925 (3)

El entierro de Leopoldo Romeo

Asisten muchas personalidades.

A las cuatro de la tarde de hoy se verificó el entierro del batallador periodista y parlamentario D. Leopoldo Romeo fallecido anoche en la Corte víctima de una bronconeumonía.

Concurrieron al acto fúnebre numerosos artistas, literatos, periódicos y políticos.

De estos últimos asistieron, entre otros los Sres. Conde de Romanones, Lerroux, Pedregal y Ossorio y Gallardo.

El cadáver del exdirector director de “La Correspondencia de España” recibió sepultura en el cementerio de la Almudena.

Todos los diarios madrileños dedican sentidos artículos necrológicos a la memoria del fallecido.


La voz de la verdad,29 de marzo de 1925 (3)

DE PALACIO

Pésame a la familia Romeo.

El Rey ha enviado el pésame a la familia del distinguido escritor D Leopoldo Romeo.

Lamenta D, Alfonso no haber tenido oportunamente conocimiento de la muerte del SR. Romeo para mandar un representante al acto del sepelio.

 

El pueblo gallego, 29 de marzo de 1925 (3)

El notable periodista Leopoldo Romeo, de cuyo fallecimiento ocurrido en Madrid dimos noticias ayer



Nuevo Mundo, 3 de abril de 1925 (1)

La muerte de este batallador periodista, que llevó á las hojas diarias su inquieto espíritu de reformador y sus iniciativas española. de literato progresivo, constituye una sensible pérdida para la Prensa española .Romeo, desde que obtuvo en la Universidad de Zaragoza los títulos de licenciado en Derecho y Filosofía y Letras, consagróse al periodismo, llevado por su vocación, y sus campañas en aquel famoso semanario “El Evangelio”, que él fundara, diéronle prestigio y popularidad que fue en aumento al ocupar la dirección de «la Correspondencia de España”, el viejo diario al que supo imprimir un carácter moderno que lo vigorizo restituyéndole su popularidad. Tanto en la Prensa cono en los cargos públicos que ocupó Leopoldo Romeo puso de relieve su fatigable actividad, su inteligencia, sus nobles propósitos de mejoramiento social y su carácter noble, firme y emprendedor. Después de abandonar la dirección del diario «Informaciones» por él fundado, consagrabase á la corresponsalía de “The Daily Telegraph”, que representaba en España.

 

La Voz, 27 de junio de 1925 (2)

Audiencias regias

El rey don Alfonso, recibió en audiencia a la viuda e hijos de don Leopoldo Romeo, que le dieron las gracias por el pésame que les envío con motivo del fallecimiento del ilustre periodista que popularizo el seudónimo de Juan de Aragón.

 

La Correspondencia de España, 27 de junio de 1925 (2)

            Fueron recibidos en audiencia por el Rey doña Beatriz Leon, viuda de Icaza, doña Luz Fernandez Duro, viuda de Romeo; el marques de Valdeiglesias, con sus hijos; el alcalde de Valencia, el marques de Aledo, D. Gonzalo Fernandez de Cordoba y D. Joaquin Mencos y Elio


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A145 MUERTE DE LEOPOLDO

La Libertad, 7 de marzo de 1925 (1)



Leopoldo Romeo ha muerto. Con honda pena trazamos estas líneas bajo la dolorosa impresión de la desgracia que nos arrebata a uno de los nuestros, a uno de los periodistas más ilustres, a uno de los escritores que dedicó su vida entera al trabajo, mal agradecido de estas hojas diarias. Ha muerto Romeo cuando aún se podían esperar de su gran inteligencia y de su extraordinaria capacidad de trabajo frutos muy lisonjeros; cuando la experiencia adquirida en muchos años de rudo batallar se aunaba a la recia voluntad del pensador simplista, rectilíneo, incapaz del menor desmayo ni de la más pequeña claudicación.

Para nosotros era Romeo algo más que un compañero, que un maestro del periodismo; era el camarada bondadoso, el amigo propicio a los sacrificios mayores. Cuando en aquellos días de lucha desigual en que, animados de un soplo ideal de romanticismo, un grupo de periodistas se alzó contra las grandes Empresas que disponían de todos los resortes del Poder, cuando unos cuantos de los que formábamos aquel grupo quisimos hacer un periódico, no hubo más que una persona capaz de desoír las amenazas, de no doblegarse a las coacciones, y fue Leopoldo Romeo quien al oír nuestra pretensión no tuvo más que una frase, la misma que fue lema de toda su vida. «A trabajar! Todo lo que tengo es vuestro. Casa, talleres, telegramas, hasta cuartillas, lo que necesitéis... Y así se hizo el primer número de LA LIBERTAD y así se levantó en nuestros corazones un altar de gratitud en el que rendimos culto al insigne periodista que ya nos abandona para siempre.

¡Con qué tristeza escribimos “para siempre”! Porque nunca se borrará de nuestra memoria aquellas noches en que Leopoldo Romeo, después de hacer “La Correspondencia de España”, de escribir dos, tres y aún más artículos diarios, velaba con nosotros hasta que los primeros números de LA LIBERTAD salían de las máquinas, y con su ejemplo nos alentaba, con sus consejos nos asistía, y muchas veces, insensible a la fatiga, nos ayudaba con su esfuerzo material en la hora angustiosa del cierre, cuando empezaban a aparecer por las esquinas inmediatas los guardias encargados de perseguir a los vendedores y repartidores de nuestro periódico, y las plumas tremantes de indignación rasgaban las cuartillas. Leopoldo Romeo vivirá siempre con nosotros y para nosotros.

No somos sólo nosotros los que así podemos hablar de Leopoldo Romeo. Su vida entera, esmaltada de sacrificios y renunciaciones, es su mejor ejecutoria. Tuvo periódicos, que fueron grandes órganos de opinión; ocupó altos cargos: fue diputado a Cortes muchas veces, y en la memoria de todos está su labor. Hasta que él ocupó el Gobierno civil de Madrid apenas si se sabía que existía tal cargo. Desde allí, la férrea energía de Leopoldo Romeo salvó al pueblo madrileño de la vergüenza y de los horrores de una epidemia variolosa. Fue la primera vez en que se cumplió una cosa obligatoria: la vacunación. Y fue también obra suya la recogida verdad de los mendigos y vagos profesionales: la creación de los comedores para pobres vergonzantes y tantas otras cosas en que su voluntad triunfó de la falta de recursos y aun de la falta de voluntad de los demás.

Liberal convencido, escritor excelente, de clarísimo estilo y sólida argumentación, sus campañas periodísticas son modelo por la Justicia que las inspiraba. Su pseudónimo de «Juan de Aragón» alcanzó una popularidad envidiable, y en el gran periódico inglés «Daily Telegraph. era respetado y querido como el mejor de todos sus redactores corresponsales.

No os posible hacer en estos momentos, en que el corazón vence al cerebro, una biografía completa de Leopoldo Romeo, periodista insigne, político honrado, honradísimo, hombre bueno y amigo cariñoso y leal. Pudo ser lo que hubiera querido y no quiso ser más que periodista. En otro país hubiera muerto millonario. Aquí, como tantos otros, no pudo pasar de una miseria decorosa, porque nunca ambicionó riqueza y aun la despreció en más de una ocasión.

Con la muerte de Leopoldo Romeo pierde el periodismo español una de sus más relevantes figuras.

A su viuda, doña Luz Fernández Duro y sus hijos y a su hermano, D. José Romeo, enviamos la expresión de nuestro duelo, de nuestro dolor sincero, por la pérdida del maestro y del amigo.

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A144 EXPORTACION DE ACEITE

 

El Liberal, 30 de diciembre de 1923 (1)

PLACA A LEOPOLDO ROMEO EN CORDOBA Y SEVILLA

Noticias de Córdoba

En el comercio de esta capital ha quedado expuesta al público una artística placa de plata con incrustaciones de oro, que las Cámaras Agrícolas de Sevilla y Córdoba ofrecen como testimonio de gratitud por su campaña a favor de la exportación del aceite, al brillante periodista don Leopoldo Romeo “Juan de Aragón”, siendo director de “La Correspondencia de España”.



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A143 EL PRIMER PERIODISTA EN RECOMPENSAR UNOS POEMAS

 

Mundo Grafico, 19 de septiembre de 1923

DEL AMBIENTE Y DE LA VIDA

Por primera vez en España han sido espléndidamente pagados unos versos. La Academia Española ha concedido un premio de veinticinco mil pesetas a un vate americano. Entiendo que esto, que es considerado por nuestros ricos improvisados como un acto de prodigalidad, ha de servir para la rehabilitación de nuestra patria harto más que muchas verdaderas dilapidaciones cuyo pretexto es el engrandecimiento de nuestro poder autoritario.

Leopoldo Romeo, a quien tanto debe nuestra cultura, ha sido el único director de diarios que ha recompensado de un modo decoroso los trabajos rimados. Trescientas pesetas me entregó por la publicación en La Correspondencia de España de mi Poema del mármol y otras trescientas por la de Legitimas nupcias. Nunca soñé con llegar a tanto. Si otros empresarios, editores y directores de periódicos imitaran el noble proceder del ilustro escritor y periodista, muy otra sería la suerte de los verdaderos poetas y algo más refinado el gusto de los lectores, habituados a menospreciar lo que de antemano saben que no ha merecido la menor recompensa.


Puesto a sacar a luz inmodestamente los beneficios propios debidos a la suerte y a la ajena magnanimidad, he de declarar que mía fue la iniciativa en la Comisión de Fiesta de la Raza para que las Academias de España premiaran anualmente trabajos de autores americanos. El resultado del primer certamen bien puedo enorgullecernos, porque el habrá de estrechar los vínculos entre los pueblos que hablan nuestro idioma y la forra generatriz. Es absolutamente preciso que se sepa que España se interesa por cuanto se piensa y se escribe en América, y que recompense a sus hombres de ciencia a sus pensadores y a sus literatos con mayor esplendidez que a sus propios hijos. ¡Lástima que los ministros de Hacienda y los de Estado hayan venido anulando todo intento de fraternidad entre España y América con unos aranceles de Aduanas absurdos y una resistencia a concertar tratados comerciales impropia de verdaderos hombres de gobierno!

Ahora lo que hace falta es que la Academia Español se fije algo menos en el españolismo de los poetas americanos y algo mas en la rima, la escansión y, sobro todo, la inspiración de los poetas. Obligar a los vates americanos a que nos adulen para ser premiados, puede ser imponerles la insinceridad, y parece contrario al verdadero fin de estos certámenes. Todavía entiendo que, en los sucesivos, debiera ser condición que la poesía premiada no hablara de España, para que se supiera muy bien que no queremos comprar cariños, sino recompensar méritos. ¡Dios me perdone si, a veces, creo que ha llegado la hora de desmontar a Doña Isabel la Católica y de dejar de recordar a nuestros conquistadores del siglo XVI!

¡Feliz la nación que acierte la primera a enriquecer a los poetas, nazcan o no en su territorio, y a empobrecer y obligar a trabajar a sus corruptores!. Si hoy, según la expresión becqueriana, nada vale una rima si no es escrita en el reverso de un billete de Banco, suspiremos por el día feliz en que nada valga un cheque sino para aquellos seres dichosos que sean capaces de coronar las sienes de los que los enseñan a “coger las rosas sin tocar las fresa”

ANTONIO ZOZAYA



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A141 CONTRA LAS DIETAS A DIPUTADOS

 

El Compostelano, 1 de julio de 1922

CONTRA LAS DIETAS A DIPUTADOS

Dice Leopoldo Romeo en Informaciones:

“Es preciso que digamos las cosas como son. Todos los diputados lo somos por la razón convincente de que nos conviene serlo. A unos, por su carrera política; a otros, por sus asuntos; a otros, por la categoría social; a otros, por su necesidad de tener libertad de exponer su pensamiento; lo cierto es que a todos nos conviene ser diputados. A nadie le obligan a serlo, y es un cargo voluntario y honorifico. ¿A santo de que convertirle en retribuido, cuando la ley Electoral dice que es cargo gratuito? El 90 por 100 de los diputados no van al Congreso a otra cosa que a decir sí o no cuando les conviene o cuando se lo mandan el Gobierno o sus jefes. ¿No será un sarcasmo darles mil pesetas mensuales precisamente cuando acaba de regresar el Rey de Las Jurdes (Las Hurdes) y estamos diciendo en el periódico que toda España es un conjunto de Jurdes (Las Hurdes) necesitadas de civilización?

¿Con que autoridad vamos a negarnos a justísimos aumentos de sueldos y a imprescindibles consignaciones para servicios, a la misma hora que en una sesión secreta nos asignamos mil pesetas, sin más razón que el ser soberano para votar el presupuesto del Congreso de los Diputados?



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A140 RELACIÓN DEL AUTOR DE ESTE BLOG CON LEOPOLDO ROMEO

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"Mi relacion" ( Pepe Baron Hidalgo) con Leopoldo Romeo Sanz de alguna manera

El defensor de Córdoba de fecha 24 de febrero de 1922 (1) 

El periódico madrileño “informaciones” ha sido comprado por el concejal romanonista electo por el distrito de Buenavista, don Rafael Baron y Martínez Agulló, en sesenta mil duros.

El señor Romeo se ha quedado con una participación de dicho diario, y además continuara en la dirección del mismo, con el sueldo de treinta mil pesetas anuales.



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lunes, 3 de marzo de 2025

A139 INAGURACION PERIODICO INFORMACIONES

 

 

La Correspondencia de España, 25 de enero de 1922

INFORMACIONES

Anoche salió a la luz pública el primer número del nuevo diario “Informaciones”, que ha fundado y dirige Leopoldo Romeo (Juan de Aragón).

Su confección es original y la presentación y la técnica del nuevo diario son buena muestra de la maestría indiscutible de Leopoldo Romeo en todo lo que concierne a periodismo.

En la redacción de “Informaciones” hay escritores y periodistas meritísimos que colaboran con Romeo para que el éxito de este nuevo diario sea todo lo brillante que sinceramente deseamos.

Ya sabe “Juan de Aragón” que muy de cerca hacemos votos porque “Informaciones” alcance vida larga y prospera.



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A138 MI PROYECTO PARA REGULAR LA CIRCULACION


                                               La voz de la verdad, 9 de mayo de 1921 (1)

Un proyecto de Leopoldo Romeo

D. Leopoldo Romeo dirige en la prensa una carta abierta al ministro de la Gobernación, diciéndole que tiene un proyecto para regular la circulación de los coches por las calles de Madrid. Ese proyecto se asemeja a los puestos en práctica en Nueva York y Paris. Pide que se le autorice para ensayarlo, nombrándolo durante quince días delegado regio. Asegura que con su proyecto no se molesta en nada al vecindario, ganando los transeúntes y los comerciantes. También regulara la entrada y salida de los teatros.



(1) https://biblioteca.galiciana.gal/gl/inicio/inicio.do


A137 ORDEN DEL IMPERIO BRITANICO

 

La Correspondencia de España, 25 de abril de 1921 (1)

EN LA EMBAJADA INGLESA EL DIA DE SAN JORGE

Ayer tarde, a las cinco y media, en la Embajada inglesa se conmemoro el día de San Jorge, patrón de Inglaterra, con el acto de entregar las insignias de la excelentísima Orden del Imperio a los señores siguientes:

Conde de Cadagua, comendador, con derecho al tratamiento de “sir”.

D. Manuel Aznar, director de “El Sol”, comendador.

Coronel Espinosa de los Monteros, comendador

D. Rafael Ferrer, comendador.

Comandante Hernández Alcalde, oficial.

D. Jose Blanco, oficial

D. Guillermo Brunet, oficial.

D. Enrique Fajardo (Fabian Vidal), director de La Voz, oficial

Comandante Fumagallo, oficial

Coronel Escribano, oficial

D. Ramiro de Maeztu, redactor de El Sol, oficial

Teniente coronel Obregón, oficial

Leopoldo Romeo, director de La Correspondencia de España, comendador

El señor embajador obsequio con té, pastas y champaña a los condecorados. Se brindo por los Reyes de Inglaterra y España y por la prosperidad de ambas naciones.




 

(1) https://prensahistorica.mcu.es/es/inicio/inicio.do

Imagen: Wikipedia

COMPROMETER LA PAZ DEL ESTADO POR GIBRALTAR

  Una instrucción   por el Juzgado de Instrucción del Distrito de Palacio de Madrid contra Leopoldo Romeo Sanz, natural de Zaragoza, direct...