La Correspondencia de España, 13
de septiembre de 1920 (1)
¡SON 94 MILLONES ¡
EL ANTICIPO REINTEGRABLE
Hace meses cuando me oponía a la
prórroga del anticipo reintegrable, publique un estudio dirigido a los señores
diputados diciendo que ascendería a unos cien millones de pesetas y que que por
muchos esfuerzos que realizase la prensa no podría reintegrarlos nunca.
Recordarán los lectores que
arremetieron contra mí algunos colegas diciendo que las cifras eran falsas y
acusándome de hacer juegos malabares con los números.
Tengo por costumbre no hacer caso
de agravios cuando con ellos se intenta responder a argumentos basados en
cifras y dejo al tiempo la tarea de dar la razón a quien la tenga. Ahora se ha
encargado el tiempo, ayudado por el señor ministro de Hacienda, de demostrar
que tenía yo razón, y no quienes me agraviaron, pues según las cifras oficiales
ascenderá el anticipo el día 10 de enero de 1921 a ¡¡¡ 94.000.000 de pesetas!!!
Incurrí en mis cálculos en un
error de 6.000.000, y por lo tanto no andaba tan descaminado al hablar de los
cien millones de pesetas.
Supongo que quienes decían hace
meses que no sabía lo que escribía, rectificarán ahora y afirmarán que quienes
no lo sabían, o si lo sabían falseaban la verdad, eran ellos.
*
Se aproxima Enero y también en
Enero se encargará el tiempo de demostrar que tampoco me equivoqué al decir que
el anticipo no salvaría a la prensa y que por el contrario serviría solamente
para darle una vida artificial momentánea, pues en cuanto cesase no tendría
vivir , ya que tendría que pagar cinco pesetas más en cien kilogramos de papel
y se encontraría sin haber resuelto ninguno de los problemas de orden
administrativo planteados y además habituada al despilfarro de papel pagado por
el Tesoro.
Muy pronto vamos. A tocar las
consecuencias y la publicación de un diario que pese 50 gramos en ejemplar
costara solo de papel, contando el gasto de desperdicios, trasportes y
reintegros alrededor de 10 céntimos. Si desde el año 1916 hubiésemos habituado
a los lectores a leer periódicos de poco papel, como en Francia, por ejemplo, y
pagados a 10 céntimos, no existiría problema, pues cuatro pequeñas páginas
habrían costado unos tres céntimos de papel, y la prensa habría podido vivir
con holgura retribuyendo muy bien a sus redactores y operarios.
Habituados los lectores desde hace
años a pagar diez céntimos por cuatro páginas, se habrían habituado más
fácilmente, como en Francia, a pagar quince.
Tendremos que hacer en 1921 lo que
no se quiso hacer hace años, cuando la prensa se habría podido salvar, y para
desgracia de muchos serán no pocos los diarios que desaparecerán y los
redactores y tipógrafos que se quedaran sin trabajo. Ahí queda mi afirmación,
como ha quedado otras muchas, y desgraciadamente se encargará la realidad de
comprobar que también es exacta.
Y nada más, como no sea volver a
hacer constar que el anticipo costará a los contribuyentes 94.000.000 de
pesetas, y que en febrero de 1921 desaparecerán muchos periódicos, a los cuales
no logró darles el anticipo vida real, sino ficticia.
El tiempo, con sus verdades
abrumadoras, ha demostrado una vez más que en la vida no está por regla dad
junto a quienes lado de quienes razonan.
LEOPOLDO ROMEO
No hay comentarios:
Publicar un comentario