lunes, 3 de febrero de 2025

A095 LOS INTERMEDIARIOS, LOS QUE ENCARECEN TODO

 


No son culpables de la carestía los productores que cultivan la tierra, sino los intermediarios.

La Correspondencia de España, 23 de febrero de 1920 (1)

COMENTANDO

Es cierto que han encarecido mucho los productos de la tierra, por costar mucho más los jornales, los abonos, los acarreos y cuanto es necesario para el cultivo desde los aperos de labranza hasta la maquinaria; pero es cierto también que ese encarecimiento no es proporcionado al que en definitiva paga el consumidor. Desde que el labrador vende su cosecha hasta que el consumidor la va adquiriendo al por menor, pasa por otras manos, y en ellas se va produciendo poco a poco el encarecimiento. Tengo a la vista cartas escritas por agricultores de diversas regiones españolas, trigueros unos, arroceros otros, olivareros algunos, cosecheros de legumbres los más, y en todas ellas se dice lo mismo: que los precios de las tiendas no están en relación con los de los lugares de producción.

Sólo he podido comprobar esos datos en las comarcas que conozco bien, como Aragón, y por lo que se refiere a ella, son exactos, y tienen los agricultores razón sobrada. No son ellos, sino los intermediarios, quienes encarecen la vida.

Yo creo que el procedimiento para abaratar la vida, sin perjuicio para el productor, seria sencillísimo. Lo he expuesto multitud de veces, y una vez más lo hare confiado en que el señor ministro de Abastecimientos lo estudiará. Se reduce pura simplemente a que sea el Tesoro, sin intermediarios, quien utilice la exportación, para obtener un doble beneficio directo: el de la exportación y el de la importación por intercambio.



Imágenes ejemplo dirá más que muchas columnas de prosa. Supongamos que del arroz exportado vayan diez mil toneladas a Inglaterra. Son 100.000 sacos. Como ese arroz es enviado por negociantes, lo venden lo más caro que pueden, y por lo tanto, Inglaterra no agradece nada a España, ya que no hace otra cosa que vendérselo lo más caro que puede. El agricultor tampoco gana nada, pues el negociante se lo paga lo más barato posible, y el consumidor pierde, pues se eleva el precio de la mercancía al revender caro el acaparador.

¿ Qué sucedería si el Gobierno español diese directamente al Gobierno inglés esos 100.000 sacos? Pues sucedería todo lo que voy a decir. Quedaría suprimido todo intermediario; el Tesoro español obtendría un margen de benefició modesto en unidad, pero grande por la suma de unidades; el precio interior quedaría. Regulado; el agricultor vendería a un tipo; Inglaterra tendría arroz barato y España podría pedir a su vez a Inglaterra una equivalencia, en abonos por ejemplo, también directamente, de Gobierno a Gobierno, para venderlos directamente a los agricultores, sin enriquecer a intermediarios.

Creo que es claro como la luz del día, factible, honrado, sencillísimo. Consiste pura y simplemente en suprimir todo intermediario inútil entre productor y consumidor, para lograr una doble ventaja: la del beneficio para el Tesoro con la exportación y la importación, sin daño para nadie, como no sea para el intermediario.

Voy a traducir en cifras ese caso concreto. Suponiendo que pagase el Gobierno a setenta pesetas saco, valdría la mercancía 7.000.000 de pesetas. Calculando que realizase un beneficio neto de 10 pesetas, ganaría 1.000.000 de pesetas. Pero como obtendría abonos por valor de 7.000.000 a título de intercambio y los vendería sin beneficio, a precio de coste, irían a poder de los agricultores las pesetas en saco que hoy ganan los intermediarios. ¡Más claro, agua!.

No comprendo cómo no es ensayado ese sistema. Si se tiene miedo a lanzarse a la aventura, se podría ensayar con una partida de cualquier producto. Nos hacen falta azufre, fosfatos, nitratos, aceros especiales, grasas y aceites lubrificantes, carbón Cadiff. ¿Por qué no ensaya el señor Terán este sistema? Hágalo y se convencerá de que no hay otro. Yo tengo la certeza de que antes de tres meses habrían cambiado radicalmente los términos en que está planteado el problema de las subsistencias, abaratándose mucho la vida.

Bastara para ello con decir que, según cálculos hechos por persona muy perita, quedan cada año en manos de los intermediarios unos 700 millones de pesetas, sin contar los que ganan con el sobreprecio de los productos importados, que deberían ser monopolio del Tesoro. Así, por ejemplo, las grasas, los lubrificantes, el petróleo, la gasolina y los abonos. ¡Sólo con eso bastaría para aumentar en muchos millones el Presupuesto de ingresos, con beneficio enorme para la Agricultura española, que podría economizar más del…! ¡¡¡ treinta por ciento!!!

Todo esa se organiza en un mes. Ni un día más.

Se habla del contrabando. Esa es la causa más importante de la carestía; pero el contrabando se cortaría de raíz en horas. El contrabando o se realiza sacando 100 al amparo de órdenes para 10, o se efectúa disfrazando la mercancía. En vez. De vino por ejemplo, trigo.

Bastaría con decretar que la mercancía integra sería de quien descubriese y denunciase el contrabando; pero con un procedimiento sumarísimo que permitiese venderla a las cuarenta y ocho horas y entregar el importe a las setenta y dos.

¿Cree el Sr. Terán que habría posibilidad de contrabandear? El carretero, el cargador, el estibador, el marinero, el sobrecargo, el capitán ¿iban a ser tan imbéciles que cargasen 1.000 sacos en vez de 100 o trigo en vez de vino? Si no denunciaba uno el fraude, lo denunciaría otro, y antes de una semana no saldría ni un saco mal pesado o fraudulentamente envasado, pues nadie se expondría a perder la mercancía y a pagar encima la multa, yendo además a la cárcel.

Con lo apuntado y con organizar un sistema de transportes rápidos para que cada vagón circule por lo menos diez veces al mes -medio día de carga, otro de viaje, medio de descarga y otro de retorno-, quedaría resuelto antes de un trimestre el problema del abaratamiento de la vida, no en términos absolutos, pero sí relativos.

Esta y no otra es la cuestión que interesa a España entera. Las demás... ¡le tienen sin cuidado!

JUAN DE ARAGON

(1) https://prensahistorica.mcu.es/es/inicio/inicio.do

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

COMPROMETER LA PAZ DEL ESTADO POR GIBRALTAR

  Una instrucción   por el Juzgado de Instrucción del Distrito de Palacio de Madrid contra Leopoldo Romeo Sanz, natural de Zaragoza, direct...