La Correspondencia de España, 4 de
julio de 1918
COMENTANDO
Eso es una mordaza
Pedimos al Gobierno que aplique el
Código Penal a los que atentan contra la seguridad del Estado, y en vez de
aplicarlo, fabrica una mordaza contra la Prensa.
Eso me recuerda un célebre bando
de un celebérrimo alcalde. Una epidemia de parásitos se posó sobre las cabezas
del vecindario. Clamaron las gentes pidiendo medidas higiénicas, intervención
de barberos, algo que desterrase los parásitos. Y el alcalde, mientras se
rascaba la cabeza, dictó un bando que decía “Se prohíbe rascarse bajo multa de
500 pesetas.» Unos desdichados que se rascaron, pagaron la multa; otros fueron
a la cárcel por insolventes y… ¡nadie se rascó ya más!
Los parásitos continuaban
invadiendo las cabezas de los vecinos; pero el alcalde pudo enviar un telegrama
al ministro que decía: “Ha desaparecido la epidemia de alicáncanos, que como
vehículo del tifus tanto preocupaba a V.E. y como prueba de ello, participo a
V.E. que desde hace una semana nadie se rasca ya”.
Pues ese es el Proyecto de Ley
contra el espionaje. ¡¡ Mucha penalidad para quien hable de espionaje!! Los espías,
como los alicáncanos del cuento, quedan en libertad, sin que nadie les moleste.
Ese proyecto no es contra el
espionaje. Por el contrario, favorece á los espías. El proyecto no es otra cosa
que una mordaza más, aplicada á esta prensa sufrida, mansa, resignada.
En el Parlamento hay muchos
periodistas, ¿Dejarán que sea aprobado ese Proyecto? Yo confío en que sabrán demostrar
al Gobierno que los tiempos de Calomarde pasaron para no volver.
Santo y bueno que casi todos los
diputados periodistas callen casi siempre como si hablar fuese pecado; pero si
ahora callan: lo menos que deberán hacer es renunciar a sus actas, porque si no
les sirven para defender a los periódicos de toda España, ¿para qué demonios
las quieren ?
A extremos como éste, no se había
llegado nunca, y si se tolera, renunciemos escribir, y hagamos instancia a cualquier sultán para que nos admita en algún harem donde por causa de la
guerra, a la cual han ido hasta los eunucos, hagan falta custodios inofensivos
de sultanas y de esclavas.
La cotidiana adulación produce
siempre estos frutos: el latigazo. Y contra el látigo, aún hay quien se
revuelva por muy grande que se sienta quien lo maneje.
Las izquierdas anuncian un mitin. ¿Por
qué han de ser las izquierdas? ¡¡ Qué ganas de restas elementos de combate !!-
Este no es un pleito de
izquierdas. Es un pleito de todos. De derechas, de izquierdas, de centro.
Interesa á cuantos escriben: desde El Correo Español, carlista germanófilo,
hasta LA CORRESPONDENCIA EN ESPAÑA. dinástica aliadófila.
Si comenzamos por dividirnos,
estamos perdidos. Nada de divisiones. La batalla hay que darla todos unidos, y
si así no la damos, nos arrollarán una vez más,
Yo suplico a quienes hayan tenido
la idea de convertir en pleito de bandería lo que es pleito que afecta a todos,
que renuncien a ella, convocando sin distinción de matices políticos, a
blancos, a negros, a rojos,a amarillos, a cuantos defienden la libertad de la
palabra, hablada o escrita, fórmula única de que la Prensa exista.
Soy periodista, solo periodista,
por encima de todo, periodista ahora y siempre Por serlo, soy hoy lo que era
hace veinte años, y siéndolo, me siento orgulloso. Ni dádiva, ni merced, ni
gracia, ni honor, ni halage bastaron a separarme de mi camino. Hoy, como siempre,
demostraré que soy periodista, y que ni me asusta el látigo ni hago otra cosa
que reirme de los latigazos, y de los domadores. ¿Hace falta sacar las uñas y
clavarlas donde se hace daño? Pues sacaremos las uñas, y veremos entonces, qué
hacen los domadores.
LEOPOLDO ROMEO
https://prensahistorica.mcu.es/es/inicio/inicio.do
Imagen : Pixabay.com
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