Le da la verdadera importancia que tiene que un buque de vapor “La Provence” sea atacado por un submarino alemán a escasas millas de la costa, durante la primera guerra mundial. Importancia por ser España un país neutral
La Correspondencia de España, 22 de abril de 1918
COMENTANDO
“LA PROVENCE”
El torpedeamiento del vapor «La
Provence» es uno de los casos más abrumadores para quienes aún se atreven a
defender los procedimientos teutones, por demostrar plenamente que hacen los
submarinos alemanes lo que les da la gana en aguas españolas, sin que nadie lo
remedie.
A las once y veinte, casi enfrente
del faro de Palamós, y navegando a menos de una milla de la costa fue
torpedeado. Y no cabe dudar de la distancia porque todo Palamós pudo ver a los
diez minutos como el barco ganaba el puerto y en él fondeaba ayudado por los
marineros y pescadores de la localidad, que se portaron muy brava é
hidalgamente.
Tan cerca estaba el vapor, que las
explosiones despertaron al vecindario, produjeron temblor en las casas,
rompieron cristales, e hicieron temer a los vecinos que el peligro les
alcanzase, por lo próximo.
Otras referencias confirman que la
avería se produjo en la banda que miraba a tierra y por lo tanto que el
submarino operaba pegado a la costa. Tal vez temiese que “La Provence” se
refugiase en el puerto para huir de sus ataques, y en la misma entrada lo
esperó, torpedeándolo a mansalva cuando enfilaba el faro.
La neutralidad había sido violada
por centésima vez, sin perjuicio por supuesto, de que continúen diciendo los
germanófilos, tanto los germanizantes cuanto los germanizados, que en su
Imperio, todos al unísono, aman entrañablemente a España, y solamente desean su
prosperidad.
Perdido totalmente o con, posible
salvación, el caso es igual. Hubiese logrado escapar indemne, y sería lo mismo.
No se trata de que un barco sea o no hundido. Se trata de un barco atacado
cuando navega en aguas de una nación neutral, en las cuales solamente puede
ejercitar actos de fuerza la nación soberana. Quien ejecute actos de fuerza en
aguas neutras ultraja a la nación soberana con el atropello a su soberanía, y
ciertamente no da pruebas de amistad, ni de respeto, sino de menosprecio y de
hostilidad.
Es cuestión de principios, y el
pueblo que no sabe defender a tiempo los principios en que se basan sus
derechos, corre el riesgo de que cualquier día se vea obligado a defenderlos
con la fuerza y a destiempo.
¿Hasta cuándo va a durar este
estado de anormalidad internacional, en el cual son atropellados casi a diario
los derechos soberanos de España? Yo no lo sé. Solamente sé, que por las
trazas, perdurará la anormalidad, porque para nuestros gobernantes, por lo
visto, esas cosas, son salpicaduras de la guerra, y carecen de importancia.
Lo malo es, que para el Extranjero
la tienen. Y por tenerla corremos el riesgo de que cansados de nuestra
pasividad, se decidan a vigilar ellos lo que deberíamos vigilar nosotros. De
ello ya se ha comenzado a hablar, y sería deplorable que se continuase.
Intelligentibus, pauca.
JUAN DE ARAGON
https://prensahistorica.mcu.es/es/inicio/inicio.do
Imagen: https://conversacionsobrehistoria.info/
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