Llega a declarar que el general Ferrándiz, no dice la verdad y que algunos expedientes además de tachones se encuentran que les faltas hojas. Y acusa al ministerio de que existe 200.000 pesetas fuera de caja sin justificación alguna.
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La Correspondencia de España, 18 de julio de 1904 (1)
ORGANISMO EN DESCOMPOSICION
EL MINISTERIO DE MARINA
Decía el general Ferrándiz que en
su tiempo no habianse realizado actos contrarios a la ley, y el general
Ferrándiz se equivoca. Se convierten verdaderas “polacadas”.
Tenga paciencia, y ya se
convencerá de que ha cometido polacadas sin cuento en asuntos de grandísima
importancia y que redundan en desprestigio de algo que está por encima de las
pasioncillas personales. Cuando hablemos de las almadrabas, demostraremos que
el general Ferrándiz afirma cosas contrarias a la verdad de los hechos y que en
los expedientes hay tales borrones, que en otro país hubiesen producido varios
procesamientos, pues se da hasta el caso de haber desaparecido folios, según
nota de pundonorosos oficiales que en ellos informaron.
Pero no involucremos y vayamos por
partes, pues como ayer decíamos, el método y la claridad son convenientes para
el mejor esclarecimiento de la verdad.
Hoy nos ocuparemos del personal,
para convencer al general Ferrándiz de que en la Armada hay dos castas. Un
noventa por ciento de víctimas y un diez por ciento por ciento de niños
mimados.
¿Es falso, por ventura, que el
tiempo de mando en las capitanías generales es de dos años, según mandato de la
ley? ¿Es, acaso, inexacto que el Sr. Ramos Izquierdo, íntimo amigo de los
contratistas de la limpieza de los caños de la Carraca y del Sr. Auñón, máximo
cacique gaditano? cumplió los dos años en el mes de noviembre pasado?
Las dos interrogaciones anteriores
no tienen contestación posible. El general Ferrándiz sabe que el Sr. Ramos
Izquierdo no puede ser capitán general de Cádiz que falta a la ley, que comete
una polacada, que perjudica a los contraalmirantes Guerra y Sostoa, los cuales
no tenían destino y habían solicitado el cargo; pero todo eso le tiene sin
cuidado, y como en Marina es costumbre burlarse de reglamentos, sostiene su
amigo en el disfrute antilegal del codiciado cargo.
¿Quiere el señor ministro cargo
más concreto, mayor arbitrariedad, descomposición orgánica?
Aún hay más, mucho más, que no por
ya ser conocido pierde un átomo de su gravedad. El general Cámara se entera un día
de que su fe de bautismo verdadera le asigna dos años más que la empleada para
ingresar en el Cuerpo, y solicita su pese a la reserva por haber cumplido su
edad reglamentaria. Era un caso de conciencia, pues perjudicaba á sus
compañeros, y Cámara cumplió con su deber.
Pero en el ministerio pensaron lo
contrario para perjudicar á ciertos generales poco dóciles a la voluntad
ministerial, y Cámara, a pesar de tener la edad reglamentaria para pasar a la
reserva, continuo en activo, por la razón sencilla de que el ministerio es la
casa de Tócame Roque, y alli no hay leyes, ni nada que no sea el capricho y la
voluntad ministerial.
Protesto el general Fernández de
Celis, al cual se le postergaba injustamente; pero todo fue en vano.
¿Qué sucedió con la vacante del
general Navarro? Pues sucedió que, a pesar de los mandatos de la ley, no se
cubrió la vacante, con el solo objeto se dilatar el ascenso del Sr Concas,
marino de veras, que tiene brillantísima hoja marinera y militar, razón sobradísima
para no ser gratis a quienes ni han navegado ni se han batido.
El Cuerpo General y el de Infantería
de Marina son los únicos que sufren los rigores de los ministros.
En cambio, el Cuerpo Jurídico y el
de Administración-el que asesora y el que paga - tienen desde la guerra cuanto
quieren, dándose el caso de que señores que eran paisanos al comenzar la guerra
sean hoy comandantes, mientras tenientes de navío con cuarenta años de servicio
no consiguen ascender.¿Cree el ministro que los ascensos en el Cuerpo Jurídico
el de Archiveros ha sido justos? pues nosotros afirmamos que son ilegales, habiendo
sido barrenada la ley, como lo ha sido al ordenar el aumento de un general en
la plantilla del Cuerno de Sanidad, sin más objeto que el de sentir a un amigo
bien recomendado.
Compare el ministro los Estados Generales de
la Armada de los años 1901 a 1904, y se convencerá de que el ministerio está en
completa descomposición. imperando en él el capricho y la inmoralidad, razones sobradísimas
para que sea defendido el criterio de suprimirlo.
¡El personal del Ministerio! ¿Qué
sabe el ministro de unas 200.000 pesetas que existen fuera de Caja? ¿Sabe de
dónde proceden? ¿Conoce a qué son destinadas?
Pues si no lo sabe, le diremos que
el hecho es cierto y que se da el escandaloso caso de haberse hecho un corte de
cuentas abusivo, sin justificación, dejando fuera de Caja cantidades que
debieron ser formalizadas con arreglo a las leyes de Contabilidad.
La ley de duración de destinos
está conculcada: la de pase a la reserva, escarnecida; la de ascensos,
olvidada; la de amortización no se cumple con los favoritos; la de
gratificaciones es interpretada caprichosamente; la de retiros se falsea; la de
plantillas se escarnece; la de Contabilidad no se cumple. ¿Quiere el Sr.
Ferrándiz mayor desbarajuste? ¿Quieren nuestros lectores mayores pruebas de que
el tal ministerio es un pandemónium, en donde solamente imperan el desconcierto
y el favoritismo?
Los casos Arderins, Ramos
Izquierdo, Navarro, Concas. Fernandez de Celis, Cámara, Cuerpo Jurídico, Cuerpo
de Archiveros y Caja, son casos concretos y no necesitamos exponer otros, pues
nuestro propósito es tan sólo demostrar lo que decimos, y para la demostración
basta con un solo caso de cada clase.
Si el ministro quiere, le
hablaremos de marinos que con escasos días de mar disfrutan siempre los cargos
más cómodos y productivos; de otros marinos de brillante historia enviados
siempre a los destinos peores; de las comandancias de los barcos; de los
destinos de los arsenales, de cien infamias cometidas por quienes debían amar
los prestigios del Cuerpo y abominar de las intrigas políticas.
Tenga paciencia el antiguo
comandante del Pelayo, del único barco de combate que no podrá ir à Cuba, el
antiguo capitán del puerto de Santander, hoy ministro de Marina. Y si la tiene,
nosotros le probaremos que su decoro le obliga a dimitir y que la honra
nacional exige una desinfección enérgica en el ministerio de Marina.
Ayer demostramos con datos
oficiales, abrumadores, aplastantes que en el asunto de los carbones existían
vergonzosos latrocinios; hoy hemos demostrado en lo referente a personal es escarnecida
la ley a diario, y mañana probaremos que en la burocracia, en el expedienteo de
ese ministerio hay cosas y casos inconcebibles, abusos y falsedades que
necesitan ser estudiados por una Comisión parlamentaria; medio único de poner
coto al abuso, freno a los egoísmos y castigo a los delitos.
No se canse el ministro. Su ministerio esta putrefacto.
Juan de Aragón.
(1) https://prensahistorica.mcu.es/es/inicio/inicio.do
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