La noche del 15 de noviembre de 1901 Leopoldo Romeo organizo en la redacción de su periódico un concierto de uno de los mejores guitarristas de España, Miguel LLobet
La Correspondencia de España, 16 de noviembre de1901 (1)
UN ARTISTA DE LA GUITARRA
MIGUEL LLOBET
Anoche, en la redacción de El Evangelio y en presencia de muchos literatos y redactores de casi todos los periódicos de Madrid, celebrose una agradable velada, en la cual Miguel Llobet entusiasmó al auditorio con su arte exquisito y delicado, que ha de hacerle famoso en breve.
Es Miguel Llobet un muchacho de veintitrés años, discípulo del guitarrista más famoso, del incomparable Tárrega.
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Miguel Llabet (2) |
Llobet, que es un artista muy grande, hace de la guitarra el más delicado instrumento, la convierte «en una orquesta», la arranca sus más deliciosas melodías, la afina, la hace más espiritual....
Oyendo tocar a Miguel Llovet, se comprende lo que vale ese instrumento español, la riqueza y la variedad de sus armonías; la magia de sus finas cuerdas.
No es la guitarra instrumento solo para cante y jolgorio; hay en ella un puro manantial de poesía melancólica; pero tan escondido y tan secreto, que solo una juventud soñadora y artista, solo un corazón que se sienta el ideal, sólo un poeta como Miguel Llobet puede llegar hasta ese escondido santuario.
Beethoven y Chopin cantaron anoche en la guitarra de Llobet; en el delicado rasgueo de sus cuerdas sonaron tiernas canciones catalanas, y el admirable guitarrista -que fue ovacionado en cada número, -al tocar las Seguidillas de Rafael Mitjana, crítico musical de La Época, nos dio con aquellos sones de melancolía y de suspiros una deleitosa emoción del alma andaluza, una ráfaga de aire sevillano, aromoso y caliente.
Rafael Mitjana, autor de esas incomparables Seguidillas, fue premiado con grandes aplausos y recibió entusiastas felicitaciones.
Después, Cuenca y Borul tocaron muy bien algunas piezas flamencas, y los invitados fueron obsequiados con un exquisito lunch.
A las tres de la madrugada terminó la agradable fiesta, que ha valido al guitarrista Miguel Llobet un envidiable triunfo y a Leopoldo Romeo director de El Evangelio, muchos y merecidos plácemes.
Entre los que asistieron recordamos a los Sres. Villegas y Mitjana, de La Época; Laserna y Bello, de El Imparcial; Palomero, de El Liberal; Saint-Aubin y. Aspe, del Heraldo; Cuartoro, de El Nacional; Castro, de El Globo: Rivas y Soler, del País: Cuenca y Fernández Arias, de La Correspondencia Militars, Gabaidon, de Blanco y Negro; los redactores de El Evangelio, Sres. Santillán, “Vargas”, Muguiro y «Bachiller Canta-Claro», y los de LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA, Ricardo Catárineu, Manuel Bueno y... ¿cómo he de olvidarme de mi? y.
Cristóbal de Castro.
(1) Texto de https://prensahistorica.mcu.es/
(2) Imagen de https://miercolesdeguitarra.blogspot.com/
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