Explican que Leopoldo Romeo sigue en su empeño sobre la limpieza y eliminación de la mendicidad, así como algunas mejoras para su objetivo, como crear una piscina para aligerar la limpieza de los mismos y crea una especie de domiciliación especial, para ser recogidos por familias y pagándole 1 peseta diaria por su cuidado. Y que los jóvenes recogidos en la mendicidad se forjen en un oficio de manera rápida
La Correspondencia de España, 7 de marzo de 1919. (1)
EN EL CAMPAMENTO DE YESERIAS
Esta tarde estuvo el gobernador
civil, acompañado de los periodistas que hacen información en dicho centro y de
los Sres. Martín Salazar, inspector general de Sanidad, y Fernández Jiménez,
secretario del Gobierno civil, en el campamento de desinfección del Paseo de
las Yeserías.
En un ómnibus fueron llevados allí
multitud de trajes, camisas y otras prendas, que el Sr. Romeo destina a los
mendigos que se vayan recogiendo, pues tiene el firme propósito de no cejar en
la campaña emprendida para hacer desaparecer la plaga de la mendicidad.
En el campamento, que está bajo la
inmediata dirección del jefe de la Guardia municipal, ' Sr. Camarero, hay
actualmente 380 mendigos de ambos sexos y de diversas edades.
De ellos, la inmensa mayoría se
hallan perfectamente limpios y desinfectados, y unos 70, que han sido recogidos
en las últimas horas, serán alojados provisionalmente en tiendas de campaña,
para dar tiempo á que puedan ser sometidos á las operaciones de limpieza que se
realizan con todos los mendigos que van ingresando en el campamento.
El Sr. Romeo se quejaba de la
falta de medios para ampliar el local con las instalaciones que considera
urgentes y necesarias, como es, por ejemplo, una gran piscina donde puedan ser
bañados los mendigos con la mayor rapidez.
Es el propósito del Sr. Romeo que
sean retirados de la vía pública más de cien mendigos diariamente.
En su conversación con el
inspector de Sanidad y con los periodistas expuso el gobernador sucintamente
sus planes para dar ocupación, asilo o medios de vida a los infelices á quienes
se vaya retirando de la via pública. Tiene el pensamiento el Sr. Romeo de
organizar una especie de domiciliación especial, confiando a los jóvenes
recogidos a ciertas familias, con carácter de hospedaje, mediante el abono de
una peseta diaria.
Trata de rehuir el Sr. Romeo el
sistema del asilamiento, que en pocos casos redime de la vagancia y de la
mendicidad.
Mientras los visitantes examinaban
los pabellones de mujeres donde hay algunas mendigas por cierto muy jóvenes y
no exentas de encantos personales y veían las filas de mendigos recogidos, el
Sr. Romeo siguió exponiendo sus propósitos y las grandes dificultades que tiene
que vencer para realizarlos.
Desea que á los jóvenes recogidos
les sean enseñados oficios de fácil y corto aprendizaje, que les sirva para
ganarse inmediatamente la vida. El mismo se preocupará de procurar su ingreso
en talleres donde se les enseñe una profesión ó un oficio.
Entre los pobres recogidos figuran
muchos jóvenes, de excelente y saludable aspecto. Muchos son vigorosos, y a
primera vista se comprende que no es la falta de trabajo lo que les obliga a
caer en el estado de miseria en que se encuentran, sino una decidida voluntad
de no trabajar. Combatir esta «inclinación» es un verdadero problema, y sólo
con severos castigos puede intentarse la enmienda de tales sujetos. Algunos de
estos han sido recogidos por los guardias numerosas veces.
Vieron los periodistas el pabellón
donde se corta el pelo y se desinfecta a los vagabundos, en el que prestan
servicio cuatro peluqueros.
El campamento de desinfección
produjo excelentes impresiones por su organización, y el jefe de la Guardia
Municipal, Sr. Camarero, es acreedor a los mayores elogios.
(1) https://prensahistorica.mcu.es/es/inicio/inicio.do
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