Gran banquete en honor a Romeo, en el que le dedican jotas cantadas por el celebre Cecilio Navarro. Comparándose el mismo como trovador y guerreo enamorado de una princesa llamada Zaragoza
La Correspondencia de España, 11
de enero de 1911
BANQUETE EN HONOR A ROMEO
En el Centro Mercantil
ZARAGOZA. (miércoles, madrugada.)
La idea de agasajar con un banquete al director de LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA
y diputado a Cortes por Zaragoza, D. Leopoldo Romeo, fue acogida con gran
entusiasmo.
El éxito ha sido superior a cuanto
podía esperarse.
Admiradores, amigos, personas que
le deben atenciones apresurándose a solicitar un puesto.
Entre las numerosas
representaciones que en la fiesta han tenido todos los órdenes de la vida
aragonesa, ha figurado también, con brillante representación, el elemento
denodado de la Patria y del Ejercito.
De todos los pueblos de la
circunscripción han llegado Comisiones numerosas.
Personas de todas las clases
sociales apresurándose a adquirir tarjetas, hasta el punto de haberse agotado
rápidamente las 550, número que consentía el local.
Hubo después, por parte de mucha
gente, verdaderos deseos de adquirirlas y la Comisión organizadora, no pudiendo
satisfacerlos por la razón ya dicha, se vio obligada a publicar en la Prensa
una nota oficiosa advirtiendo que, como era de esperar, no solo estaban
agotadas las tarjetas para el banquete, sino que, desde ayer, han quedado más
de trescientas personas sin poder formar parte de los comensales.
Esto, no obstante, todas esas
personas han concurrido también al salón de fiestas del Centro Mercantil
Industrial y Agrícola, ocupando completamente las galerías y la parte que
dejaban libre las mesas.
Para los que conozcan la capacidad
de local tan magnifico, quiere esto decir que el salón de fiestas ofrecía
aspecto brillantísimo.
Las mesas habían sido colocadas en
artista disposición.
En la presidencial sentaronse, a
la derecha del Sr. Romeo, el alcalde de Zaragoza, D. Julio Juncosa; D. Julio
Juncosa; presidente de la Cámara agrícola D.Enrique Sagols; presidente del
centro Mercantil D. Jose Pellejero ; rector de la Universidad, D. Hipólito
Casas, y el catedrático de la Facultad de Medicina don Juan Enrique Iranzo.
A la izquierda, el presidente de
la Asociación de periodistas de Zaragoza, D. Julio Martín; el rico agricultor
D. Agustín Arruga : el gerente de la Sociedad de tranvías, señor Escoriaza , y
el coronel de Artillería D. Máximo Pascual de Quinto.
Entre los comensales y el público
figuraban catedráticos, militares, industriales, políticos de todos los
matices, personalidades salientes de la banca, la agricultura y el comercio,
abogados, Comisiones de los pueblos, muchos baturros con el traje clásico de la
tierra y buen número de sacerdotes.
Ostentaban la representación de LA
CORESPONDENCIA DE ESPAÑA nuestro querido ad- ministrador D. Serafín Adame y
nuestro no menos querido compañero de Redacción don Rafael Solis.
El primero trata, además de su
propia significación y de la representación del señor marques de Santa Ana, el
encargo al Sr. Romeo en nombre de todo el personal de la Casa.
El Sr. Solis representaba á la
Redacción del periódico.
Durante la comida, una notable
rondalla ha interpretado piezas escogidas y, finalmente, la jota,
admirablemente cantada por Cecilio Navarro.
Las coplas, todas muy bien hechas,
eran alusivas al acto.
He aquí la primera:
“Como
el alma de Aragón
es el
alma de Romeo:
altiva
para los grandes
y
humilde pa los pequeños”
Otra
decía así:
“Aragonés
de una pieza
y sin
trampa ni cartón,
bien
has hecho en elegir
el
nombre Juan de Aragón”
Todas las coplas han sido acogidas
con grandes ovaciones.
Después se ha procedido a la
lectura de numerosas adhesiones. Entre ellas las del arzobispo, Sr. Soldevila;
capitán general, señor Huertas; presidente de la Asociación de Labradores de
Zaragoza y su provincia y muchas de los pueblos.
Han producido gran entusiasmo una
copla de Aznar Navarro y un telefonema de Delgado Barreto, que han sido
acogidos con clamorosos vivas á Zaragoza.
Los brindis.
A continuación, el presidente de
la Cámara Agrícola lee unas cuartillas ofreciendo, con mucha elocuencia, el
banquete al Sr. Romeo.
El trabajo del Sr. Sagols es muy
aplaudido.
El alcalde, Sr. Juncosa, después
de pronunciar sentidas frases, da a Romeo un abrazo en nombre de Zaragoza y
añade otro abrazo, por encargo del gobernador civil, señor García Bajo, a quien
no le ha sido posible asistir.
Ha hablado después el redactor de
LA CORESPONDENCIA DE ESPASA D. Rafael Solís, en nombre de sus compañeros de
Redacción y cumpliendo el encargo que de éstos ha recibido, de representarles
en el homenaje. Ha dicho que no obstante la mucha valía de éste y la
significación que para los redactores de la CORRESPONDENCIA tiene la ilustre personalidad
de su Director, si cumpliera sus órdenes no habría asistido al banquete, por
ser instrucción terminante del Sr. Romeo á todos los de la casa no mezclarle en
nada que signifique exhibición de su persona.
A los organizadores les ha
felicitado por el brillante éxito de la fiesta; á todos, por el cariño que
demuestran a Romeo, añadiendo que deben quererlo con fe por ser hombre con
quien se llega siempre al fin de las cosas con seguridad de triunfo. (Grandes aplausos)
El ex diputado á Cortes y
distinguido jurisconsulto, D. Ricardo Monterde, pronuncia un discurso
notabilísimo, señalando la labor realizada por Romeo en relación con todas las
opiniones y clases sociales.
Ha dicho que Zaragoza necesita
consolidar su fama y no poco puede contribuir á ello quien, como el agasajado,
con tanta lealtad la sirve.
Valiéndose de un símil admirable,
de los niños que escalan el árbol y antes de aprovecharse de los frutos los
ceden á quienes les han encumbrado, ha hecho una brillante descripción de la
personalidad de Romeo quien pinta practicando la unión de todos los elementos,
de todos los diputados para lograr el beneficio de la región y ensalzando la constancia
y el honrado tesón con que defiende á Zaragoza de todas horas.
En brillantes párrafos describe la
significación de Aragón ante la historia patria para asentar que la
preponderancia de sus antiguas Cortes puede ser ahora compensada mediante
procuradores de tanta valia como Romeo.
Seguidamente ha hecho uso de la
palabra D. Gerardo Miguel de Hesa.
Con admirable sinceridad ha pedido
á Romeo perseverancia en la defensa de los intereses de Zaragoza, de la Patria
y del Ejército. (Gran ovación).
Discurso de Romeo
Al levantarse el Sr. Romeo estalla
una ovación delirante.
Ha comenzado contando un cuento delicadísimo.
“Hubo un trovador y guerrero, más
guerrero que trovador, que se enamoró de una princesa. Esta le desdeñó; fuese
el trovador a tierras remotas y volvió triunfante de algunas empresas.
La princesa le acogió entonces con
amor; pero al acudir en su busca, le encontró casi muerto de emoción.”
“Eso- dijo- me sucede. Porque hace
un instante me ha dicho mi amigo el Sr. Elio, que tengo cara de muerto y es que
estoy como aquel trovador, emocionado. Yo soy el trovador; Zaragoza, la
princesa. (Grandes aplausos).
Después ha hecho un discurso
razonado, elocuente, reposado, con un dominio admirable de la palabra, para
explicar el verdadero concepto de la independencia política.
«Los partidos actuales lo
subordinan todo al espíritu de bandería, que les lleva á negar á los
adversarios el agua, el pan y el fuego.
La independencia consiste en
renegar de estos sitemas, para conceder igual derecho a los blanco y a los
negros apoyando siempre las pretensiones justas de todos”
Ha explicado con amplitud el
verdadero interés de Zaragoza, consistente en saber desligar el interés
económico del interés político, para ser, respecto del primero, aragoneses
siempre, aunque respecto del segundo las luchas les dividan.
Sigue Romeo, con claridad
admirable, explicando como debe Zaragoza prepararse para ser la huerta de
Francia y mediante la línea férrea del Canfranc; poder exportar la riqueza del
su suelo, teniendo la ventaja sobre las demás provincias de la proximidad a la
frontera, que contribuirá también a que sea zaragoza, no solo productora y
exportadora, sino de paso para los productos que exporten otras regiones.
“Para esto- añade- es preciso
antes preparar las tierras, porque otra cosa seria tanto como esperar a un
recién nacido sin tener hecha la envoltura.” (Gran ovacion).
Luego ha hablado con sinceridad
baturra de sus propósitos de no incurrir en injusticias, porque la
independencia consiste en defender por igual a monárquicos y republicanos, a
carlistas y liberales, siempre que sean honrados y pidan cosas justas.
Hizo un párrafo elocuente
enumerando los motivos de los males que sufre Zaragoza. Obedecen a engaños de
los Gobiernos, y estos engaños son consecuencia de haberse perdido el respeto a
zaragoza, que antes era una pesadilla y hoy es instrumento de toda clase de
maquinaciones.
“Siempre fue Aragón a la
vanguardia, recibiendo los primeros disparos y sirviendo de carne de cañón,
para que otros se aprovecharan después de los beneficios”
Alude a la última exposición no
recompensada por el Gobierno, mientras otras Exposiciones han obtenido apoyo
incalculable.
Encareciendo la unión de todos
ante los problemas económicos, ha indicado la conveniencia de crear organismos
de resistencia con representaciones de todas las clases para la defensa de los
problemas regionales, porque esto dará fuerza incalculable a los diputados para
imponerse a todas las situaciones, y cita a este propósito el ejemplo de
Cataluña.
“Mientras los partidos se hallen
organizados como ahora lo están, puede vivirse luchando en el terreno político;
pero uniéndose siempre en apretado haz cuando de asuntos económicos se trate”
Prefiere las poblaciones que
cuentan con organismos numerosos, porque la población que vive con un solo
organismo tiene escasa vitalidad.
Recomienda que sean organizadas
aquí normalmente las peticiones relacionadas con toda clase de obras
necesarias, pues, de lo contrario, se hace imposible la tramitación previa de
los asuntos.
Muchos expedientes relativos a carreteras,
ferrocarriles, etc., quedan desatendidos por su defectuosa incoación.
Todos deben acudir á él
directamente cuando necesiten de su influencia, hasta el punto de que estimará
como un agravio que no lo hagan así.
Cree prudente la gestión, no sólo
de las cosas grandes, sino también de los asuntos pequeños, pues resolviéndolos
con tiempo se evitan á veces cuestiones graves.
Termina con un brillante párrafo,
redondeando el discurso con el recuerdo de la narración que le sirvió de
comienzo, diciendo , que se entrega á Zaragoza, que es la princesa de este
nuevo trovador.
Aplausos delirantes y vivas
entusiásticos á Zaragoza y á Romeo ponen fin á esta fiesta, de que Zaragoza
guardará recuerdo imborrable.
Comensales y público desfilan ante
el señor Romeo para estrechar la mano y muchos le acompañan hasta el hotel de
Europa, donde se hospeda.
La Comisión organizadora ha sido
objeto de calurosas felicitaciones.
MATEO.
https://prensahistorica.mcu.es/es/inicio/inicio.do
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