La Correspondencia de España, 28
de agosto de 1909
Describe como se encontró una
barca con un soldado muerto , lo rescataron y le dieron sepultura en la Isla
del Rey de Chafarinas
EN CABO DE AGUA Y LA RESTINGA
Avance victorioso de las tropas
españolas.
Desde Chafarinas (CABLEGRAMAS DE
NUESTRO DIRECTOR)
El avance en Cabo de Agua
Nuestras tropas ayudadas por
algunos indígenas amigos, derrotan a una fracción de Tasaguin.
CHAFARINAS. (Cablegramas fechados
por nuestro director en Cabo de Agua en la mañana de ayer, viernes; depositados
en Chafarinas á las 10,50; recibidos en la Central de Madrid á las 3,10 de la
tarde; entregados en nuestra Redacción a las 12 de la noche ultima.) Tiene
indudable importancia la operación que nuestras tropas han realizado contra las
gentes de Tasaguin, por ser la vez primera que el ejército de operaciones se ve
obligado á usar de su fuerza en este territorio.
Tasaguin es una de las fracciones
de que consta la numerosa Kabila de Quebdana, de la cual toma su nombre esta
provincia, muy extensa, en contacto directo con nuestras posiciones de la
Restinga y Cabo de Agua, así como también con las que acabamos de ocupar en el
zoco El-Arba y sus alrededores.
Los kabileños de la provincia de
Quebdana se han dividido.
Obedece su división, precisamente,
á los barruntos que tenían de un avance por de nuestras tropas; sospecha
confirmada al fin por el hecho de llegar á Cabo de Agua, recientemente, nuevos
elementos de combate, así como también por otras realidades ulteriores.
Unos quebdanies--los más—siguen
guardando á España la amistad prometida y la fe jurada; otros-los menos-se han
decidido á impedir, en cuanto de ellos dependa, la acción de nuestro Ejército,
ó al menos á dificultar sus pasos de avance.
Los que nos son afectos no se
limitan demostrarlo de un modo platónico. Al lado de nosotros se han colocado
de modo incondicional; y prácticamente, combatiendo contra gente de su raza,
demuestran que no son sus ofrecimientos fingidos.
Constituyen las gentes de Tasaguin
una fracción de la Kabila de Quebdana.
Ella es la que nos ha declarado
hostil, mientras otra fracción, algo más importante que la enemiga, forma
nuestra vanguardia, combate a nuestro favor elocuentes de nos da pruebas una
lealtad admirable.
Planteada la cuestión en estos
términos, inútil ha de parecer la advertencia de que las gentes de Tasaguin,
declaradas en armas, más que á nuestras propias fuerzas han de dirigir sus
odios a otros kabileños de Quebdana que se han convertido en auxiliares de
nuestro Ejército.
Así se explica que la fracción de
Tasaguin, al decidirse á romper las hostilidades, lo haya hecho contra la
fracción de Ultad-el-Hach, que es la que nos apoya, cuando ésta última se
encontraba en el zoco.
Jefe de los Ultad-el-Hach es el
célebre, moro Chechar, y su gente.
Porque la tenían descontada, es
precisamente por lo que estaban bien dispuestos para rechazar á los agresores.
Y, en efecto: nuestros amigos, en
su defensa, luchan bravamente, causan á los Tasaguin numerosas pérdidas;
nuestros enemigos retiran del campo buen número de cadáveres y mayor cantidad
de heridos.
Tienen, por último, que alejarse
los de Tasaguin y queda suficientemente demostrada la lealtad de nuestros
amigos y su indiscutible fortaleza……..
El cadáver de un soldado a la
deriva
………Escena emocionante.
CHAFARINAS. (Viernes, mañana.)- -(Via Nemours.)—-Puedo comunicaros una nota interesante, de intensa emoción, que, al dirigirme á Cabo de Agua, á bordo del Sirena, he recogido en las soledades del mar.
Se trata de algo muy triste, que á
mí y á cuantos en el Sirena me acompañan nos ha impresionado profundamente, y
que, de seguro, ha de conmover también á los lectores de nuestro periódico.
Dirigiame, como digo, hacia Cabo de Agua, punto importantísimo en estos
instantes, como la Restinga y como El-Arba para mis informaciones diarias, y, á
la salida de Chafarinas, andado ya un buen trecho, divisamos sobre estribor una
lancha, tripulada por cuatro hombres, que conducía el cadáver de un soldado.
Inmediatamente di órdenes para que
el Sirena se acercarse á ella y la diera remolque, como así se hizo.
En medio del mar dimos acceso á la
lancha y amarrámosla á nuestro barco.
En seguida pusimos la bandera á
media asta y rendimos al cadáver nuestro saludo.
Este triste episodio nos ha hecho
interrumpir nuestra marcha.
En el Sirena hemos vuelto, pues, a
Chafarinas, con objeto de hacer entrega del cadáver al comandante militar de la
plaza.
Viene el cadáver colocado á popa
del barco, sobre una camilla y envuelto en una manta roja.
Un cabo y cuatro soldados le dan
guardia, y también un cabo de la brigada sanitaria le acompaña.
Hecha entrega del cadáver á la
autoridad militar, lo hemos llevado al cementerio de la isla del Rey, donde ha
recibido sepultura.
Como nos es absolutamente
imposible dejar en la tumba una corona, sólo hemos podido consagrar á la
memoria del muerto una oración.
El episodio ha sido imponentísimo
y nos ha llenado el alma de tristeza.
La escena del imprevisto encuentro
de una lancha con un cadáver á bordo en la soledad de la alta mar, el momento
de amarrar la lancha á nuestro barco y de remolcarla, fueron instantes de
profunda emoción. Muchos ojos se llenaron de lágrimas. Cuantos fuimos testigos
de este doloroso episodio no podremos olvidarlo en la vida.
ROMEO.
https://prensahistorica.mcu.es/es/inicio/inicio.do
Imagenes: Revista Hispano Africana marzo/abril 1922
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