La Correspondencia de España, 28
de diciembre de 1918
Celebran una cena especial a
Leopoldo Romeo, ofreciéndole el bastón, símbolo de autoridad, agradeciendo la
demostración de cariño y declarando su aspiración de usar constantemente el
bastón, en prueba de aprecio; pero de no tener que emplearlo como símbolo de
autoridad.
En Honor de Leopoldo Romeo
La estimación, el afecto, el
cariño de cuantos convivimos en la actuación periodística con Leopoldo Romeo,
cristalizo en el deseo de ofrecerle bastón, símbolo de la autoridad que ejerce,
desde el momento en que, aun cuando temporalmente, dejo de ser nuestro Director
para ocupar el cargo de gobernador civil de Madrid.
Para hacer entrega del bastón, que
es de carey, con puño, anilla y contera de oro, labrados, acudió al domicilio
del Sr. Romeo todo el personal de la Redacción de la Administración y de los talleres de LA
CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA y representación de la propiedad, pues todos,
absolutamente todos los de esta Casa, que han apreciado en al Director, no un
jefe, sino un inspirador y organizador, por derecho de superior inteligencia
más que por superior jerarquía, han querido aprovechar esta ocasión para asociarse
al homenaje, exteriorizando el fraternal cariño a que con sus bondades ha
sabido hacerse
Invitados por la Redacción
acudieron a honrarnos, uniéndose a nuestra satisfacción, el secretario general
del Gobierno Civil, D. Miguel Fernández Giménez, y una Comisión de funcionarios
de dichas oficinas.
En el domicilio del Sr. Romeo nos
recibió nuestro querido amigo, acompañado de su distinguida esposa y de sus
bellísimas hijas Enriqueta, Mercedes y Carmen.
De hacer el ofrecimiento estuvo
encargado muestro compañero Francisco Aznar Navarro, que lo hizo con
elocuencia, reflejando en sinceras frases el significado de es ofrenda de
cariñosa adhesión, de verdadero cariño, en términos en que, aun siendo el acto íntimo,
adquirió la solemnidad de la emoción que Aznar sentía y que al unisolo
sentíamos todos los presentes.
Respondió Leopoldo Romeo con la
palabra franca y sincera á que nos tiene acostumbrados, agradeciendo la
demostración de cariño y declarando su aspiración de usar constantemente el
bastón, en prueba de aprecio; pero de no tener que emplearlo como símbolo de
autoridad.
Haciendo los honores con su distinción peculiar la esposa é hijas del Sr. Romeo, invitaron a todos, operarios y demás personal, a pasar al amplio comedor de su morada, donde fueron obsequiados con un lunch.
El Sr. Fernández Giménez, al beber
una copa de champagne, manifestó cómo, en el poco tiempo en que lleva
ejerciendo el cargo de gobernador civil Leopoldo Romeo, se ha captado el afecto
de sus subordinados, y así se adhería con el mayor agrado al homenaje, agregando sus votos por que cuando llegue el
día en que tenga el sentimiento de verse privado del paternal jefe, sea con la
satisfacción de verle ir á otro más elevado cargo, merecido por su
inteligencia, por sus energías y por sus aciertos.
Al retirarse los concurrentes á
esta fiesta intima, reitéranle la felicitación a la distinguida familia del Sr.
Romeo, y estrechando la mano de éste, expresaban una vez más, como ya hemos
dicho en estas columnas, que cuantos honores merecidos obtenga nuestro muy
querido amigo, como propios los estimamos todos los que con él hemos venido
colaborando a sus órdenes y bajo su fraternal dirección en LA CORRESPONDENCIA
DE ESPAÑA.
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Romeo con un baston apoyado en el suelo |
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