Lo describen como un aragonés que tiene que marcharse a Madrid para triunfar, marchándose de Aragon. Ya era popular en España, pero ignorado por los aragoneses
El Progreso, 22 de diciembre de
1905
En
Aragón, cuna según el vulgo de la nobleza de la hidalguía y de la sinceridad,
han nacido hombres de gran valor. Pero todos esos aragoneses ilustres que se
llaman Cavia, Dicenta, Zapata, Biasco y Romeo, entré otros, que nos
tuvieron que descubrir como a Ramón y Cajal —viéronse precisados a abandonar
este terruño ingrato para sus hijos y en el que sólo medran los egoístas, los
envidiosos y los ineptos. Acorralados hasta por los profesionales, que con una
hipócrita amistad tapujaban su ruin condición, esos talentos aragoneses
largáronse a Madrid y allí triunfaron.
El último que ha triunfado se
llama Leopoldo Romeo. ¿Le conocéis? Seguramente no. Como es de la
tierra, Leopoldo, que es popular en España, permanece casi ignorado para
los aragoneses. El exdirector de El Evangelio—de aquel periódico de triste
recordación para muchos truchimanes—y actual director de La Correspondencia de
España, es un hombre que, por sus arrestos y su valía, consiguió triunfos
envidiables. ¡Y no son pocos los que envidian a Leopoldo, endilgándole los
calificativos de visionario y caso demente ¡. Bien es verdad que, en su tierra,
en Aragón, es donde más adversarios tiene Leopoldo, y aquí es donde más se
criticaron sus gallardías. Pues bien; así como Dicenta se marchó chinchándose
en sus paisanos cuando vino a estrenar Aurora, lo mismo que Marcos Zapata
cuando, vino a presidir unos Juegos Florales, y todos, absolutamente todos los
aragoneses cuando ponen la planta en la tierra de la nobleza de la hidalguía y
la sinceridad, Leopoldo Romeo, también se chincha en los paisanos que
contemplan con envidia sus triunfos. Leed las campañas de Leopoldo en
el Parlamento, sus virilidades, su independencia; recordad aquel pseudónimo
de Juan de Aragón que puso A Ferrándiz y al ministerio de Marina en
la picota; recordad las campañas de moralización de El Evangelio, y vosotros,
si sois baturros en los que todavía existen rescoldos de franqueza e hidalguía,
admiraréis a Leopoldo Romeo. Pero este batallador diputado, amigos míos,
lo es por Canarias. ¡A cualquier hora encontraría Leopoldo un mal
distrito por su tierra….!
Benigno VARELA
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Imagen: Pixabay.com
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